

Aspectos generales
La cigarrita de las raíces (Mahanarva fimbriolata) es una de las plagas principales de la caña de azúcar en Brasil. Debido al incremento de la cosecha mecanizada de caña cruda, la frecuencia e intensidad de los ataques de la cigarrita de las raíces aumentan y la productividad puede disminuir entre un 25% y un 60% en caña de retoño y hasta un 11% en plantas. Esta plaga también disminuye el rendimiento industrial, así como la calidad del producto final, el azúcar. Son insectos chupadores y una plaga importante en muchos cultivos, incluyendo la caña de azúcar. Se encuentran en América del Norte, Central y del Sur y también están presentes en las islas de Trinidad y Tobago, Granada, Jamaica y Cuba. Los huéspedes principales de la cigarrita de las raíces son el arroz (Oryza sativa), la caña de azúcar (Saccharum officinarum), el maíz (Zea mays) y el sorgo (Sorghum bicolor).
Aspecto y ciclo de vida de la cigarrita de las raíces
Los huevos son fusiformes, de color amarillo y miden alrededor de 1 mm de largo y 0,25 mm de ancho. Cuando emergen, las ninfas miden solo 1 mm de largo y están protegidas por espuma. Los adultos de M. fimbriolata miden 11-12 mm de largo y 5 mm de ancho y pueden alcanzar 13 mm de largo y 6,5 mm de ancho. Los adultos viven en las partes aéreas de la planta y se alimentan succionando la savia de las hojas, preferentemente de las hojas apicales y de las partes verdes del tallo. Son más activos al anochecer y durante toda la noche. Durante el día permanecen ocultos en las vainas de las hojas. Sin embargo, en las horas más cálidas del días se les puede ver saltando entre las hojas de las cañas. Las hembras suelen ser más grandes que los machos y existen diferencias de color basadas en el sexo. Los machos tienen un color rojizo y las hembras suelen ser de color más oscuro, con un tono rojo cobrizo. En la temporada de lluvias, las hembras depositan sus huevos en las vainas secas cerca del suelo, entre las nervios y cerca del extremo sujeto al tallo. En condiciones normales, es decir, cuando los huevos no entran en diapausa, el periodo de incubación dura unos 15-25 días. Cuando las ninfas emergen, se desplazan hacia las raíces y raicillas y se fijan a estas para succionar la savia y permanecen aquí durante toda la fase ninfal, que dura de 20 a 70 días en función de las condiciones microclimáticas en el suelo. La longevidad media de los adultos se sitúa entre 8 y 20 días y puede alcanzar hasta los 23 días en condiciones controladas. El ciclo biológico completo de M. fimbriolata dura de 63 a 79 días.
Síntomas y daños
Al alimentarse, las ninfas provocan 'trastornos fisiológicos' derivados de sus mordeduras. Cuando alcanzan los vasos leñosos de las raíces, provocan su deterioro y previenen o dificultan el flujo de agua y nutrientes. La muerte de las raíces provoca desequilibrios en la fisiología de la planta, como la deshidratación del floema y del xilema, lo que provoca a su vez que los tallos se vuelvan huecos y finos y aparezcan arrugas en la superficie externa. Las toxinas que inyectan los adultos provocan manchas amarillas pequeñas en las hojas, debido a lo cual estas adquieren un color rojizo y al final se vuelven totalmente opacas, reduciendo considerablemente la capacidad de fotosíntesis de las hojas y el contenido de sacarosa del tallo. Las perforaciones en los tejidos creadas por los estiletes infectados provocan la presencia de microorganismos en el líquido nutritivo y deterioran el tejido en los puntos de crecimiento del tallo. Este deterioro se desplaza gradualmente de los entrenudos inferiores a las raíces subterráneas. El deterioro acuoso se visualiza como un color oscuro que empieza en la punta de la caña y puede provocar la muerte del tallo.